Chile tiene condiciones excepcionales para el desarrollo de la energía solar. Nuestro Desierto de Atacama tiene la más alta radiación solar del planeta, y además su temperatura es baja comparada con otras zonas de alta radiación tales como el desierto del Mohave o el Medio Oriente. Lo anterior, sumado a los altos costos de energía alternativa, la altísima carbonización de la matriz en el norte grande y la presencia de demanda eléctrica cerca de la fuente (como la minería), hace que la eficiencia de los paneles puestos en Chile sean excepcionales.
El año 2010 Fundación Chile, junto a un grupo de inversionistas privados, creó Solar Chile, con el sueño de construir en nuestro país la primera planta solar del planeta, competitiva y sin subsidios. En 2012, esta empresa fue comprada por First Solar, la empresa de energía solar más grande del mundo, dando paso así a un nuevo impulso a la consecución de nuestra meta. Durante su mandato, el ex Presidente Obama anunció el financiamiento al proyecto Luz del Norte en las cercanías de Copiapó. Un proyecto realizado por Solar Chile e impulsado por los socios fundadores de este emprendimiento, y empujado por la fuerza y experiencia de First Solar.
La velocidad de los avances tecnológicos, las favorables condiciones ambientales, activados por la fuerza de la demanda energética que enfrentará nuestro país en el futuro y la necesidad de respetar al medio ambiente, con la energía solar nuestro país se sube a tiempo a una ola que abrirá grandes opciones de desarrollo para el futuro.